martes, 20 de noviembre de 2012

Drama en la Facultad.


Era un día normal en la Facultad de Veterinaria de Wisconsin, las 12.30 p.m. según el meridiano de Greenwich. Me dirigía al baño después de uno de los cafés que sirven como excusa para dejar de estudiar un rato y  ya en el baño un folio llamó poderosamente mi atención.


 ¿Pero qué coño? ¿Que ha cambiado en esta humilde Universidad? ¿Serán los tiempos de crisis? Antaño podías dejar tu móvil cargando en la sala de ordenadores que al volver lo único que podía pasar es que tuvieses un pene como fondo de pantalla ¿Y ahora? Ahora hay un "Marvado" que roba móviles a pesar de tener los últimos avances en detección de ladrones y armas automáticas, robaría el móvil del mismísimo Batman, sí, sí, su Batmóvil... Un auténtico experto en "Mardades" anda entre nosotros. Cuidado, desde aquí los Veturinarios vigilan y podrían llegar al fondo del asunto. O solo echarse las risas, quién sabe.
















jueves, 7 de julio de 2011

La Guía del estudiante galáctico: Parte 1

Saludos estudiante terrícola, los veturinarios del planeta ULPGC os dejan esta guía sobre los peligros, tesoros y habitantes de cada biblioteca del universo, centrándonos sobre todo en el sector alpha-beta-gamma-epsilon-ruina, o como nosotros le llamamos estercolero de mierda/Tierra.

Para empezar inigualable e indispensable guía para sobrevivir a estas épocas de penuria llamadas EXÁMENES FINALES, analizaremos la biblioteca máster, también llamada biblioteca general. Localizada en el centro neurálgico del imperio ULPGC, Tafira, junto a ese desperdicio llamado Ciencias del Mar. Como su propio nombre indica es la más grande de todas, lo que implica más espacio para estudiar pero más riesgo de encontrarnos con fauna indeseada.

En primer lugar, a la ya habitual presencia en cualquier biblioteca de la especie pijus maximus, siendo especialmente molesto su género femenino por su tendencia a llevar tacones en cualquier día y lugar, en esta biblioteca aumenta exponencialmente el riesgo de toparnos con ellos debido a la cercanía de su asentamiento natal: DERECHO. Por otro lado, el tamaño de la sala principal (con un estilo arquitectónico copiado del comedor de Hogwarts) y el tipo de suelo, hacen que aumente la reverberación del molesto sonido producido por sus tacones, lo que los convierte en aún más incómodos.

Continuando con sonidos incómodos tenemos las interminables obras que hay en el solar trasero de la biblioteca, teniendo como estrellas principales de nuestro odio a un martillo neumático autónomo que parece no agotar su energía jamás, y una grúa posiblemente homosexual, que hace un sonido sospechosamente similar al de un matasuegras de fiesta en el Yumbo. Es muy posible que estas obras interminables se deban a que la biblioteca está situada en un lugar predilecto para las batallas épicas de nuestro tiempo, del calibre de: Thor vs Loki, Optimus Prime vs Megatron, Hulk vs Lobezno o tu madre vs la vecina del 2º.

Y ya para terminar la información en cuanto a sonidos molestos, en esta biblioteca contamos con la presencia de un golem, cuyo único objetivo es mascar chicle de la forma más ruidosa y molesta posible. Para asemejarlo a algo, sería parecido al sonido que produce un facefuck, y puede escucharse a varias mesas de distancia, gracias a su costumbre de hacer pompitas con el chicle, que cuenta la leyenda, lleva mascando desde que empezó la carrera, y no soltará hasta que la acabe. Dios quiera que sea pronto.

Es importante informar que esta biblioteca esta protegida por un ser mitológico que escapa a nuestra comprensión, un basilisco que se encarga de limitar tu tiempo de estudio, informándote del cierre con un gutural sonido. Realiza guardias sin un horario fijo, pasando por las mesas y haciéndote retirar las botellas de agua y/o bebidas energéticas, sólo señalándolas y echándote una mirada a la que ningún ser humano puede negarse. Y cuidado con profanar las puertas hablando, o acallará tu voz con un largo silbido.

Pero no todo es malo en esta sagrada edificación. Contamos con un regalo divino en forma de suministro ilimitado de Red Bull que podemos obtener de la giramáquina. Sin embargo, no es este el momento ni el lugar para revelar cómo obtener tamaño maná divino, pues está reservado para aquellos que sean puros de corazón.

Con ésto damos por finalizado el primer volumen de la guía del estudiante intergaláctico. Volveremos a contactar.

Deschain y Cohen

viernes, 19 de noviembre de 2010

Hipocresía 101

Nuevo curso, nuevas asignaturas y nuevos profesores. Es el ciclo de la vida, siempre hay un periodo de adaptación a las novedades, pero nunca esperas encontrarte lo que vengo a contarles hoy, lo crean o no, es una historia real.

Al estar en una carrera de ciencias, tenemos contínuamente prácticas, y todos los años surgen los mismos problemas para poder organizarlas sin necesidad de recurrir a la clonación. En esta asignatura en particular, los grupos no eran lo suficientemente grandes para albergar a todos los alumnos, y tras hablarlo varias veces con el profesor por fin se abrieron más huecos para todos. Todos contentos. Semana siguiente, llega el profesor a clase y comienza el discurso sobre nuestra irresponsabilidad. La razón, una alumna no ha acudido a la práctica de ese día y ese hueco se ha quedado libre. La alumna se excusa: no acudió porque encontro hueco en otra práctica y se apuntó poco antes de que empezara. El profesor no se quedó satisfecho del todo, pero la charla y consecuente pérdida de tiempo de clase terminó ahí.

Amanece un nuevo día. El sol brilla, los pájaros cantan y nosotros acudimos en compañía de nuestras ojeras rumbo a una práctica. No falta nadie, no vaya a ser que tengamos problemas de nuevo. Pasa el tiempo y no aparece el profesor. Pasada la media hora de el supuesto comienzo de la práctica nos dicen que el profesor no acudirá a la práctica. Quién sabe, probablemente tenga sus problemas, pero no deja de resultar irónico.

A partir de este día nos empezamos a acostumbrar a que llegase tarde, tanto a clase como a prácticas, e incluso a que no apareciese, bien fuera con un aviso previo por correo o por sorpresa. De hecho, un día apareció 20 minutos tarde, entró en la clase y cerró la puerta antes de que a algunos nos diese tiempo a entrar. Una vez todos dentro, nos sentamos y nos dice que no va a permitir que entremos después que él que es una falta de respeto y que no puede perder el tiempo. Acto seguido nos comenta que ese día no podrá impartir la clase y se marcha. Algunas semanas después, estábamos en la clase anterior a dicha asignatura y la profesora se había ilusionado un poco y se le pasó la hora. No llegaban a 5 minutos, pero nuestro queridísimo profesor abrió la puerta muy serio, la miró y masculló un escueto: Ya ¿no? Ella se marcha muy apurada, él entra a clase y pasa alrededor de quince minutos quejándose del incidente, argumentando que siempre le pasa igual, a lo cual asumimos que será cosa de otros años, porque en nuestra presencia nunca había sido. Al acabar la clase nos dijo que tenía que darse prisa con el temario, pero que no tenía tiempo porque tenía otras cosas que hacer. Antes de salir dejó caer la perlita "y si el resto de profesores me deja mi tiempo" con dos cojones.

Siguiente clase. No éramos demasiados porque los exámenes ya empezaban a causar estragos. Esperamos dentro de la clase para evitar otro sermón. Pasa el tiempo y nadie llega, y nos empezamos a oler la situación. Comprobamos que no hay ningún correo avisando. Finalmente aparece media hora después sin dar ningún tipo de explicaciones y en un estado algo sospechoso pero que no podemos comprobar pues nadie se acerca a olerle el aliento. Entonces comienza un discurso sobre nuestra falta de interés y profesionalidad respecto a los estudios y nuestras responsabilidades. En ese momento me dí cuenta de que nos habían cambiado la asignatura y estábamos asistiendo a lecciones de hipocresía. Clases magistrales, eso sí.

martes, 23 de marzo de 2010

La chica que nunca estuvo aquí

Esta historia sucedió tiempo atrás, pero nunca me había puesto a transcribirla, aunque desde el principio supe que iba a terminar publicada en este post...¿pereza?, ¿estaba muy ocupado?, ¿tenía miedo de que su protagonista apareciera al nombrarla? Opciones hay muchas, el caso es que hoy por fin os traigo el extraño caso de la chica que nunca estuvo aquí.

La vimos por primera vez allá por Noviembre. Una mañana, a primera hora creo recordar, vimos entrar en clase a una cara que no conocíamos de antes, cosa que nos extrañó pues estamos en una facultad pequeña. Ella tampoco era demasiado alta, tenía aspecto de ser mayor que nosotros y una cara y pelo que a todos nos recordó a esos duendecillos a los que alguien ha arrebatado sus ropas a cambio de un pelo con un volumen alucinante y un color aún más extraño.

A esto me refiero

Ahora que están todos en situación, continuemos. La susodicha entró en clase y se sentó justo en la fila que estaba a mi lado. Si ya nos había llamado la atención su aspecto, más lo hizo su actitud. A cada momento se giraba a mirarnos a mis compañeros y a mí. Pero no una mirada rápida, una mirada profunda y pausada, como si intentara llegar a lo más profundo de nuestra alma para robarnos los conocimientos que habíamos adquirido en todo el tiempo que ella no había aparecido por la facultad. Incluso, si te girabas hacia ella, te mantenía la mirada, casi desafiándote. Pensamos que alomejor es que le molestaban nuestros comentarios en clase, pero en la clase siguiente comprobamos que no, por muy callado que estuvieses, te seguía mirando.

Durante la hora del almuerzo empezamos a hacer nuestras apuestas: a lo mejor era extranjera, quizás le acababan de trasladar el expediente... o venía del futuro y su cerebro no se había descongelado del todo. Pero entonces, sin esperarlo, llegó la respuesta. Una compañera nos contó que estaba estudiando en el osario y la protagonista de nuestras elucubraciones se le acercó y le preguntó: ¿eso de ahí es un esqueleto de cabra, verdad? Se refería a un hermosísimo esqueleto de vaca, con casi un metro y medio de altura. Dos opciones, o no tiene ni idea de animales, o en el futuro las cabras crecerán hasta niveles insospechados. Apostamos por la primera opción. Ahora la cuestión era, ¿si no sabe lo que es una cabra, por qué va a las asignaturas de segundo?

Pasó bastante tiempo hasta que volvimos a saber de ella. De vez en cuando aparecía, iba a un par de clases (siempre de segundo) que se pasaba mirándonos de forma extraña, y se marchaba. Luego empezó a tomar apuntes, y finalmente incluso venía con un libro de osteología porcina, lo que nos daba la prueba definitiva de que no sabía mucho de que iba lo de estudiar veterinaria. Puedes preguntarle a cualquier alumnos, que te dirá todo lo que quieras sobre los huesos del caballo, pero fuera de eso sólo acertarán a decir: los de los bovinos son más grandes y robustos y los de los carnívoros más estilizados y proporcionalmente pequeños. No sabemos más y tampoco lo necesitamos... total, no cae en examen.

Pero lo mejor estaba por llegar. Hacía mucho que no la veíamos, al menos por clase, así que supusimos que ya había visto todo lo necesario y el año que viene empezaría en serio. Pero entonces la encontré en la cola para presentarse al examen de histología. Algo no cuadraba. Si, como suponíamos, no estaba matriculada y venía como libre oyente, ¿qué coño pintaba en un examen? Nosotros, que pagamos matrícula y deberíamos dejarnos los codos estudiando, muchas veces dejamos pasar convocatorias porque no nos vemos preparados, y ella le echa cojones y se presenta. Para nada, pero lo hace. La revelación final llegó una mañana justo antes de otro examen. Estábamos todos dando el último repaso cuando la vimos entrar en la sala de estudio. Se sentó junto a otra compañera y entabló conversación con ella. Luego ella nos contó lo que le había dicho. La había animado a presentarse a los examenes que quedaban, total, ella estaba matriculada en filología inglesa pero venía a veterinaria a ver como iba el tema, y pensaba presentarse a todos los examenes. Con dos cojones.

Desde aquí, chica desconocida, queremos rendirte homenaje. Tu esfuerzo nos ha inspirado... aunque luego no te presentases a nada y no te hayamos vuelto a ver el pelo... ese pelo tan original. Esperamos que algún día cumplas tu sueño y puedas distinguir a una vaca de una cabra y al fin podamos llamarte, la chica que sí estuvo aquí... pero con la condición de que dejes de mirarnos raro.

domingo, 21 de marzo de 2010

El arte de clonarse



Ya en primer curso sufríamos para evitar esos condenados cuadraditos rojos del gestor académico. Pero por aquel entonces, la mayor dificultad se planteaba cuando dos prácticas te coincidían y no encontrabas ningún grupo libre para poder cambiarte, especialmente en anatomía, donde los repetidores rebosaban las mesas de la sala. Sin embargo, pocas veces un profesor no ofreció solución a esto, o simplemente permitió que te colaras en un grupo.

Hasta aquí bien. No obstante, en segundo curso, la cosa se complica proporcionalmente al número de asignaturas de primero que te hayan quedado. Y si no eres un Omar, o una Cora, es natural que te quede al menos una (Anato, tal). Todo empieza cuando un seminario de anatomía I te coincide con una clase de fisiología y, renunciando al conocimiento que alguna de estas dos clases te aporta, pides a un compañero que firme por ti en la hoja de asistencia (Ahora él, con tu nombre y DNI puede hacerse pasar por ti en importantes encuestas por interné, y por eso al Rock In Rio viene Hannah Montana). Y así en microbiología, en epidemiología, etc.
Pasas al nivel 2 del gestor académico: si eres una bruta (no quiero dar nombres) y coges todas las asignaturas de segundo, más las tres o cuatro que te quedaron de primero, te las verás pasar canutas al cuadrar las prácticas de todas ellas. Cosa que conseguirás con derrame de sangre y sudor…

…HASTA EL SEGUNDO CUATRIMESTRE. Cuando ya no sólo las clases de agronomía y microbiología te coinciden inexorablemente, sino también los seminarios y ¡los exámenes!

Caso A: Exposición de morfofisilogía + clase práctica de problemas de agronomía.
Caso B: Segundo parcial de microbiología + clase práctica de problemas de agronomía.

¿Cómo voy a estar exponiendo acerca de unos delfines de río al mismo tiempo que escucho sus ensordecedores berridos en clases contiguas? O lo que es peor, ¿cómo me exige faltar un examen por ir a una clase de problemas de echar caca en la tierra, a la que ya fui el año pasado, y a la que si no voy, me niega la evaluación continua?
Claro, la culpa es nuestra, “porque ya desde principios de curso debimos decidir a qué asignaturas matricularnos simultáneamente”. Para ella no es ortodoxo rotar una clase, cambiar la hora, o simplemente, permitir la asistencia voluntaria a la misma, pero sí lo es colocar el día y hora de un parcial con menos de un mes de antelación.

Es mi deber comunicarle, señora María del Pino, que a mí no me proporcionaron un clonador con la matrícula, ni me prestaron una muñeca hinchable llamada Vanesa.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Metalcore de lomo

Poco a poco vamos descubriendo la vida oculta de todos los seres que nos rodean en esta nuestra facultad. En esta ocasión toca hablar de nuestra querida cocinera. Al principio yo creía que la razón de que nos diera los bocadillos o bien fríos o requemadísimos se debía a que simplemente odiaba a todo el mundo, o que quizás le gustaría estar en nuestro lugar (oséase, estudiando) en lugar de haciendo bocadillos.

Sin embargo, recientes estudios han llegado a una conclusión diferente y ahora todo encaja. Los datos que se han tenido en cuenta han sido:
  • Las contínuas caras de malas pulgas
  • Las pocas ganas de trabajar (especialmente si llegas hacia las 3, cuando directamente te manda a comer a tu casa)
  • Su oscura vestimenta (sin tener en cuenta el reglamentario gorrito blanco)
  • No sigue las pautas sociales (lleva su larga melena completamente fuera del susodicho gorro)
  • Finalmente, pero no por ello menos importante, si alguien no se percata de que su pedido ya esta hecho, inmediatamente proyecta en todo el recinto un bramido gutural, algo así como: PRIMERO DE MENUUUUUUU!!!
Por todas estas razones se ha concluido que nuestra cocinera sueña con ser cantante de Hardcore, o algo de este estilo. Yo pagaría por un disco de Hardcore contando los entresijos del trabajo de cocinera.



En estas últimas semanas ha modificado su actitud. Ahora, si le dejas propina te dice (en alusión a la hucha con forma de vaca): MUUUUUUCHAS GRACIAS!!!!

Y no, no es coña...

martes, 24 de noviembre de 2009

!Vet-Tonteria!

Debido a la escasez de tiempo/ganas de escribir,aunque existan temas como que las limpiadoras se esten agrupando en grupos de warriors,o las pocas ganas de trabajar de las magnificas cocineras,que se qujan por hacer un croissant mixto o un sandwich de tal magnitud.

Les dejamos con la Vet-tonteria de la semana...¿Como,co co como lo haces? ¿como lo haaaaces?.



porque una época de examenes es mejor que el extasis.